Duración: 1 Día
Traslados: Autocar
Guía Oficial: Español
Salida temprano desde Atenas y llegada a Delfos para visitar el área arqueológica de Delfos, la cual según la mitología griega antigua, se consideraba el centro del mundo antiguo.
Visitaremos el Oráculo de Delfos que fue un gran recinto sagrado dedicado principalmente al dios Apolo. En el centro se encontraba su templo, al que acudían los griegos para preguntar a los dioses sobre las cuestiones que les inquietaban. El emplazamiento ya es de por sí impresionante, situado en el lugar que ocupaba la antigua ciudad de Delfos (que hoy día ya no existe), al pie del Monte Parnaso, en medio de las montañas de la Fócida, a 700 m sobre el nivel del mar y a 9,5 km de distancia del Golfo de Corinto.
De las rocas de la montaña brotaban varios manantiales que formaban distintas fuentes. Una de las fuentes más conocidas era la Fuente de Castalia, rodeada de un bosquecillo de laureles consagrados a Apolo. La leyenda y la mitología cuentan que en el Monte Parnaso y cerca de esta fuente, se reunían algunas divinidades, diosas menores del canto y la poesía, llamadas Musas, junto con las ninfas de las fuentes, llamadas náyades. En estas reuniones Apolo tocaba la lira y las divinidades cantaban.
Tesoro de los Atenienses en Delfos
El Oráculo de Delfos llegó a ser el centro religioso del mundo helénico. Famoso por su oráculo y las profecías de las Pitonisas que aspirando los vapores que brotaban de unas grietas en la tierra entraban en trance pronunciando el Oráculo Divino. Aquí acudían todos los altos mandatarios de las ciudades (Polis) antes de tomar una decisión importante a pedir consejo de los Dioses.
Una cerca sagrada, llamada Peribola, rodeaba todo el enclave del Santuario. En la esquina sur oriental del recinto comenzaba la Vía Sacra que iba subiendo montaña arriba, serpenteando y pasando por delante de las diversas edificaciones como el teatro, el estadio antiguo donde se celebraban los juegos Píticos y diversos monumentos, hasta llegar al Templo de Apolo.
A continuación dejaremos atrás el recinto arqueológico para visitar el magnífico Museo de Delfos, donde se guardan verdaderas maravillas y en especial el famoso Auriga.
Auriga en el Museo de Delfos
Tras finalizar la excursión, regresaremos a Atenas.